
Por P. José Juan Cervantes, c.s
En el Memorial para la Constitución de una Comisión Pontificia Pro Emigratis Catholicis escrito en el año 1905 por el Beato Juan Bautista Scalabrini,1 después de sus viajes misioneros a Estados Unidos y Brasil y tras 18 años de haber iniciado su obra en favor de los migrantes, sugirió a la Santa Sede ordenar una colecta anual en todas las Iglesias del mundo para ayudar a las víctimas de “la trata de blancos” y dar a conocer las necesidades morales, económicas, sociales, culturales y jurídicas de los emigrantes.2 El Papa Pio X, conmovido por los abusos que sufrían los migrantes, principalmente europeos, en las Américas y en distintos países de Europa Occidental, en 1914 convocó a una jornada de oración por los migrantes.3
El año siguiente (1915) en plena guerra mundial, el Papa Benedicto XV
instituyó el “Día del Migrante” como una celebración anual para apoyar espiritual y económicamente a las obras pastorales en favor de los migrantes. En 1952, el Papa Pio XII promulga la constitución apostólica “Exsul Familia” (Familia Refugiada) en la que se establecen los principios de atención pastoral los migrantes y a los desplazados de forma forzada como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. En dicha constitución apostólica, se establece que las Iglesias particulares eligieran una fecha para celebrar este Día durante el año litúrgico. Aunque no había un día
establecido para toda la Iglesia, muchas de las celebraciones tenían lugar en los días cercanos a la navidad, recordando la huida de la Sagrada Familia a Egipto.4
El Papa Juan Pablo II, a partir de 1985, comienza la tradición de que el sucesor de Pedro dirija un mensaje a toda la Iglesia con motivo del “Día del Migrante”. Estos mensajes, por lo regular, abordan algún aspecto de la migración y de la actividad misionera de la Iglesia en favor de los migrantes. En 2004, el Consejo Pontificio para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes sugirió extender la Jornada también para reflexionar sobre la realidad que viven los Refugiados. El Papa Juan Pablo II, estableció desde 2005, que la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado se celebrara el segundo domingo después de la Epifanía.
Con la finalidad de que todas las Iglesias puedan celebrar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, el Papa Francisco estableció, a partir de 2019, el último domingo de septiembre como la fecha en que anualmente se celebrará la jornada.
El Papa Francisco quiso dedicar la Jornada de este año para dar a conocer las difíciles circunstancias que viven los desplazados internos. Esta es una realidad poco conocida y en muchas ocasiones las estadísticas realizadas por los gobiernos municipales, estatales y federales no la reflejan pues dejarían al descubierto negligencias e incompetencias por parte del sistema. En algunos artículos especializados se calcula que el número de desplazados internos es el doble de los refugiados. La mayor parte de los refugiados antes de solicitar protección internacional en algún momento fueron desplazados internos. Al ser un fenómeno “interno”, queda fuera de la jurisdicción de los organismos internacionales.
Los motivos más frecuentes por los que las personas se desplazan dentro de su propio país son relacionados con conflictos y persecución vinculados a la delincuencia organizada, así como por desastres naturales como huracanes, sequías, plagas y temblores.
El desplazamiento forzado implica que las personas cambien su vida radicalmente de un día para otro, sin la posibilidad de regresar a su
casa y en muchos casos sin la protección que el Estado está obligado a otorgar a sus ciudadanos.
No obstante, la dramática realidad que enfrentan los desplazados internos está en el centro de la celebración de la Jornada del Migrante y del Refugiado de 2020, no pueden pasar por desapercibidas otras situaciones indignantes que los migrantes y los refugiados enfrentan en distintas partes del mundo.
Durante la pandemia originada por el Covid-19 a los migrantes se les reconoció como “trabajadores esenciales”, muchos de ellos en situación migratoria irregular. Sin embargo, los migrantes han sido uno de los grupos más vulnerables durante la pandemia por carecer de atención médica y seguridad social. No obstante, las fronteras de Estados Unidos y México fueron limitadas a cruces esenciales, las deportaciones no se suspendieron. Lo mismo sucedió con los países centroamericanos que recibieron conciudadanos deportados de Estados Unidos y de México. A principios del mes de septiembre, fuimos testigos del trato cruel que reciben los refugiados en Europa.
En circunstancias inciertas, cuando los refugiados protestaban contra las restricciones impuestas por el coronavirus, un incendio extinguió el campo de refugiados de Moira (el mayor de Europa) en la Isla de Lesbos, Grecia donde vivían hacinados más de 13,000 personas (cuando su capacidad oficial era para 2,000 personas) provenientes de Siria, Afganistán e Irak que vivían en condiciones inseguras e insalubres y esperaban ser reubicados a otros países europeos.5 Una semana después de esta tragedia originada por la ineficacia del sistema internacional de refugio, trascendieron las graves violaciones a la dignidad humana que comete el ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos) en perjuicio de mujeres migrantes a quienes sin su consentimiento se les ha retirado el útero.
En este contexto social en el cual los migrantes, refugiados y desplazados internos son excluidos, el llamado del Papa Francisco a la Iglesia y a la comunidad internacional a acogerlos, protegerlos, promoverlos e integrarlos, que había propuesto en su mensaje de 2018, toma nuevamente relevancia. En el mensaje para la jornada de este año, el Papa Francisco propone seis pares de verbos que implican acciones muy concretas para hacer de nuestras comunidades lugares donde todos podamos convivir con paz y dignidad: conocer para comprender, hacerse prójimo para servir, escuchar para reconciliarse, crecer para compartir, involucrar para promover y colaborar para construir. Estos seis pares de verbos matizan la relación entre “locales” y “migrantes” en el comienzo de la “nueva normalidad”. No hay recetas mágicas para curar a esta sociedad enferma que trata a las personas como objetos. El Papa nos invita a descubrirnos como hermanos y hermanas.
Sin lugar a duda, la pandemia ha revelado muchas incongruencias e injusticias en la manera como los hombres y las mujeres nos relacionamos con nosotros mismos, entre nosotros y con la creación. En la perspectiva del Papa Francisco la justicia, la caridad y la solidaridad son valores que nos permitirán redescubrir estilos de vida más sencillos y sustentables que combatan las patologías sociales que la pandemia ha visibilizado.6 Después de más de cien años que se estableció la jornada de oración por los migrantes, sigue siendo necesario hacer visibles las injusticias que migrantes, refugiados y desplazados internos viven en diversas partes del mundo y señalar caminos que pueden llevarnos a reconocer que todos somos hermanos y hermanas.
Referencias:
1 Precursor y pionero de la pastoral migratoria, participante activo en el debate legislativo y en las políticas públicas de los migrantes italianos a principios del siglo XIX y principios del siglo XX.
2 Cf. Scalabrini, Juan Bautista. Memorial para la Constitución de una Comisión Pontificia Pro Emigratis Catholicis, 1905. En: Tomasi, Silvano y Rosoli, Gianfausto, comp. Scalabrini y Las Migraciones Morenas: Escritos y Cartas. 1997. Congregación de los Misioneros de San Carlos – Scalabrinianos. Traducido en Bogotá, Colombia, 2005.P. 247
3 Cf. https://www.vaticannews.va/es/vaticano/
news/2018-11/papa-francisco-vaticano- jornada-mundial-migrante-septiembre.html
4 Cf. https://www.vaticannews.va/es/vaticano/
news/2018-11/papa-francisco-vaticano- jornada-mundial-migrante-septiembre.html 5 Cf.https://www.bbc.com/mundo/noticias- internacional-54084566
6 Cf. https://www.vaticannews.va/es/papa/new
s/2020-08/catequesis-papa-francisco- audiencia-general-12-agosto-2020.html Foto de Portada:https://migrants- refugees.va/es/recursos/fotos/