
Sin Embargo / EFE: La pandemia del COVID-19 podría dejar cicatrices en el territorio mexicano, donde algunos estados exhiben con vehemencia sus diferencias con el Gobierno federal en la gestión de esta crisis, que lleva 3 mil 160 fallecidos y unos 31 mil 500 enfermos en el país, avivando los sentimientos más regionalistas.
Este viernes, varios estados del noroeste del país como Nuevo León levantaron la voz contra el llamado Pacto Fiscal, el mecanismo de reparto de los recursos públicos, porque se consideran maltratados al recibir menos dinero de la Federación del que les corresponde por su riqueza.
Este viernes, los estados de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Durango (fronterizos con EU), junto con Michoacán, amenazaron con llevar el pacto fiscal ante los tribunales a fin de aportar menos dinero a la Federación y conservar más recursos para afrontar la crisis.
“(El Gobierno federal) nos da más responsabilidades, nos resta facultades, y nos quita recursos, por eso vamos a actuar por la vía legal”, expresó el Gobernador tamaulipeco, Francisco Cabeza de Vaca.
“Esta discusión llega para quedarse. Es una cuestión que estuvo aplacada en la década pasada por los ingresos petroleros extraordinarios que hubo, pero ahora el espacio fiscal se ha reducido”, dijo a Efe Héctor Villarreal, experto en finanzas públicas del Tecnológico de Monterrey.
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