Economía

Resistencia y recuperación

La economía mexicana tardará por lo menos cinco años en recuperarse a los niveles previos a la pandemia. Esto lo dijo Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI). Uno de los aspectos que destacó es que las acciones para minimizar el impacto económico de la pandemia “quedaron a deber”, por lo que es muy difícil que antes de 2026 se vuelva a los mismos niveles de ingreso por habitante que se tenía en 2018. En este punto los datos dan cuenta de que la economía mexicana será una de las cinco más afectadas de América Latina. 

La crisis económica provocada por la pandemia ubica a los países latinoamericanos en el umbral de una década perdida, lo que significa que en promedio podrían tardar diez años en recuperarse y volver a los mismos niveles de 2019, según las proyecciones realizadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Pero no debemos olvidar que volver a lo prepandémico es retornar a la desigualdad más aguda del mundo, a la pobreza de  la mitad de la población y a problemas que no se han podido resolver, como la precariedad laboral, la mala calidad educativa y el escaso acceso a la salud pública. 

Y aunque tanto los organismos públicos y privados, nacionales e internacionales, esperan que para este año la economía se recupere debido al efecto rebote, lo cierto es que todavía nos encontramos en una fase de resistencia. Estamos en el punto más critico de la pandemia, con niveles elevados de contagios y muertes, con la esperanza puesta en el inicio de las vacunaciones y con la angustia por el aumento de los casos y las dificultades del sistema de salud para dar la cobertura requerida. La resistencia tiene cara de esperanza y sabor a angustia, ansiedad y miedo. 

La primera gran pregunta que debemos plantearnos con miras a la recuperación de la economía es cómo seguirá la resistencia en el combate a la pandemia. De las medidas preventivas, de los cuidados y de la forma en que evolucione la pandemia depende el futuro económico cercano: la recuperación del comercio, de las microempresas, los emprendimientos, el turismo, los servicios y el entretenimiento se dará en la misma medida en que la salud mejore.

Y al pensar en la recuperación de la economía hay que entender que va a la par de la sanitaria, que no habrá ni repunte en los empleos ni en lo ingresos sin que la pandemia comience a ser controlada y disminuyan los casos. Será una recuperación a largo plazo, que debe darse en forma progresiva, poniendo un especial énfasis en la salud y en la generación de condiciones de seguridad sanitaria para la operación de los distintos sectores económicos. 

La recuperación será lenta pero los cambios para consolidarla deben ser rápidos: es tiempo de invertir en salud preventiva solo por lo sanitario sino como una forma de asegurar el funcionamiento de los negocios, así como hay que acelerar los procesos de digitalización, la formación de los trabajadores y la construcción de oportunidades en el mundo digital. Como nunca antes, ahora debemos resistir frente a la pandemia al mismo tiempo que construimos una recuperación diferente a las anteriores con miras a no volver a la crisis anterior tras superar la actual. 

Foto: Karolina Grabowska.

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Héctor Farina Ojeda

Soy un paraguayo en México. Periodista, profesor universitario, investigador, lector y cafetero. Escribo en @mileniojalisco y hago radio en @RadioUdGOcotlan

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